Canto Obra de Dios
por hermanas Junioras de años 2000,
de la Provincia de Cristo Rey.
Con Francisco y María,
caminaron sin cesar,
había crisis y tiniebla,
todo parecía acabar,
sin embargo sus anhelos,
unieron en amistad,
nuestros padres fundadores:
Fray Refugio y Doloritas,
para construir la Iglesia,
dieron vida a la Congregación.
Y ahora en fraternidad,
las hermanas franciscanas
damos gracias al Creador,
por sus dones por su amor,
que ha extendido a esta obra,
y que María inmaculada
ha cuidado con amor.
En los pueblos y ciudades,
y en cada corazón,
a Cristo pobre y humilde,
llevamos en hermandad,
porque este es nuestro espíritu,
que dejaron nuestros padres,
atendiendo al enfermo,
enseñando al que no sabe,
llevando el Evangelio,
construyendo la viña del Señor.